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de tipos de interés decididos por los bancos centrales de las principales economías para frenar
la escalada de la inflación, unido a la eliminación de las restricciones asociadas a la covid,
cambiaron los hábitos de consumo: disminuyó la demanda de bienes duraderos y aumentó la
demanda de servicios.
Este entorno vino acompañado de altísimos costes de las energías en Europa (el gas y la
electricidad marcaron precios máximos históricos en el tercer trimestre 2022), por causa de la
guerra en Ucrania y las consiguientes reducciones en el suministro de gas ruso a Europa y
aumento de la incertidumbre sobre alternativas de suministro futuro en cantidades suficientes
para satisfacer la demanda.
En este contexto, los esfuerzos de los negocios se orientaron a adaptar los ritmos de producción
a la demanda existente en cada momento (mayor en el primer semestre del año y menor en el
segundo), a la vez que a defender los márgenes en una situación de mercados muy volátiles y
sometidos a competitividad creciente. En el cuarto trimestre de 2022, en particular, Ercros fue
capaz de aprovechar, por una parte, la relajación de los costes energéticos (derivados de la fuerte
reducción del consumo industrial de gas, la suavidad climática del invierno, la mayor
producción de energía renovable y la mejora de los suministros de GNL a Europa) y, por la
otra, la menor oferta de sus competidores europeos, para maximizar sus volúmenes de ventas y
márgenes. Especialmente relevante fue el caso de la sosa cáustica, cuya escasez de oferta en el
mercado europeo en el cuarto trimestre ocasionó subidas de precio hasta valores nunca vistos
anteriormente.
Todo lo anterior, más la obtención de diversas ayudas estatales orientadas a paliar los altos
costes energéticos de las empresas intensivas en el consumo de electricidad y gas, llevó a un
cuarto trimestre de 2022 que arrojó el mejor ebitda trimestral del año, si bien con unos
volúmenes de venta más bajos que los de meses anteriores (reducción del 15,5% respecto al
tercer trimestre y de un 19,7% respecto a al cuarto trimestre de 2021), en línea con la demanda
decreciente de productos químicos que venimos observando desde mitades del año 2022.
Para todo el ejercicio, los volúmenes comercializados por la división de derivados del cloro
experimentaron una reducción del 7,9% respecto a 2021 que, si bien de forma distinta, afectó a
casi todos sus productos. A pesar del menor volumen, las ventas de la división aumentaron un
39,3% y el ebitda un 103,8%, en un contexto de mercados muy tensos (en el primer semestre
para la mayoría de los productos de esta división y en el cuarto trimestre para la sosa caustica)
por causa de los mayores costes de fabricación. La ratio ebitda/ventas se situó en el 18,5%, 5,8
puntos por encima de la obtenida en el mismo período del año anterior (12,7%).
En el año 2021 la división de química intermedia respondió muy eficazmente al aumento de la
demanda de bienes de consumo duraderos ocasionado por la pandemia de la covid-19 y los
bajos tipos de interés entonces vigentes. En 2022, en cambio, se vio afectada por la menor
demanda de estos bienes a causa del cambio de hábitos de consumo comentado más arriba y
del aumento de los tipos de interés. Adicionalmente, a pesar de la apreciación del dólar frente
al euro, los productores europeos se vieron forzados a competir con productores situados en
áreas geográficas con menores costes de materias primas y especialmente energías
(fundamentalmente Asia y Norte América). La consecuencia de todo ello (2022 versus 2021)
fue: (i) una reducción del 15,3% en los volúmenes comercializados, a pesar de la cual la
facturación aumentó un 9,2% debido al aumento de los precios; y (ii) una disminución del ebitda
del 51,4%. La ratio ebitda/ventas se situó en el 5,7%, frente al 12,8% de 2021.